domingo, 18 de septiembre de 2022

Limerencia

Hay tan poco que pueda decir que realmente haga justicia a esta amalgama de tranquilidad, de horas que pasan como días y días que se sienten como años, de confianza, y de este amor que se escabulló en silencio y creció tan absurdamente, que cuando menos lo esperamos estábamos planeando y trabajando en cosas que ni siquiera la mayoría de parejas casadas han hecho jamás.

Esta ambición insaciable de querer comernos el mundo, esta fuerza sobrehumana para construir juntos, ¿y todo para qué? Simple: para tener el honor de tener un techo que ambos llamemos hogar, para extrañarnos todo el día hasta que volvamos a casa, para hacer el amor de mil maneras más, para tatuar en recuerdos esas canciones y esos momentos, para que unos ojitos nos miren desde abajo y nos llamen "papi y mami", para enseñarles lo más valioso de la vida, para firmar enfrente de un altar y en el libro del destino que nos amamos y que siempre así será...

No, nada de lo que estoy hablando, es precisamente fácil, va a requerir de nuestro trabajo y amor constante.
Y aquí estoy, este es nuestro primer mes de meses incontables que vienen y no dudo ni por un segundo que lo lograremos juntos. 

Hablando de locuras...